Algunos elementos típicos de la época pueden detonar cefaleas dolorosas.

Al igual que a algunas personas les gusta el chocolate y a otras no, a algunas personas no les gustan las cosas asociadas con las fiestas.

El árbol de Navidad nos recuerda la importancia de la renovación, la conexión con lo divino y la celebración del amor y la vida en comunidad.

La Navidad es una época para la reflexión, la renovación, el perdón y la generosidad.

El fin de año es un momento para detenernos y reflexionar sobre lo que hemos vivido, cerrar capítulos y prepararnos para el siguiente ciclo.

Cómo ser empáticos con quienes atraviesan un duelo o un mal momento en la época decembrina, sin sentirnos culpables por disfrutar de las fiestas.

Las emociones difíciles, el duelo y las dificultades son parte natural de la vida, y no hay nada de malo en reconocer que no siempre estamos en nuestro mejor momento.

Es un momento ideal para cerrar ciclos, soltar el pasado, dejar ir lo que ya no sirve y prepararte para recibir el año entrante con energía renovada.