¿Por qué tienen tan mala reputación los aceites vegetales?
En las últimas décadas nuestro consumo de alimetos ha cambiado numerosas veces. Algunas ocasiones recomiendan cierto tipo de alimento, que al paso de los años resultó no ser tan bueno como parecía. Muchas de las razones se ven con las tasas de enfermedades crónicas que se han disparado en las últimas décadas.
"Los aceites de semillas son uno de los ingredientes más perjudiciales para la salud que encontramos en los alimentos", se ha declarado anteriormente, ¿pero es esta la guerra contra los aceites vegetales?
Sin embargo, es importante entender todo el entorno. Las actividades que también han evolucionado en las últimas décadas es parte del problema. El consumo de aceites de semillas no es lo único que ha cambiado, la mayoría de los investigadores y dietistas en nutrición afirman que los aceites de semillas no están relacionados con el aumento de enfermedades crónicas.
¿Qué son los aceites de semillas?
Las semillas contienen aceites comestibles de forma natural, son parte de la gama de aceites vegetales. La mayoría de los aceites de semillas que se encuentran en los supermercados han pasado por procesos industriales, como la trituración mecánica y la extracción química, para recuperar la mayor cantidad posible de aceite.
Los aceites de semillas contienen un tipo de ácido graso, el poliinsaturado, que solo obtenemos de los alimentos. La mayoría de los aceites de semillas son especialmente ricos en un tipo de grasa poliinsaturada llamada omega-6.
No todos los aceites vegetales son de semillas. Algunos como el de oliva y el de aguacate, tienen un alto contenido de otro tipo de grasa, la monoinsaturada, y un menor contenido de omega-6. Las grasas monoinsaturadas y los antioxidantes ayudan a proteger estos aceites del enranciamiento. A diferencia de los aceites de semillas, el aceite de oliva se suele vender en su forma natural, sin refinar: prensado en frío y virgen extra. El aceite de oliva virgen extra es uno de los pocos aceites que se consumen comúnmente sin refinar.
Algunos médicos argumentan que el alto contenido de omega-6 de los aceites de semillas, junto con su inestabilidad y las sustancias químicas que se forman durante su procesamiento, son los principales responsables del aumento de enfermedades crónicas. Los especialistas en salud, que se refieren a estos aceites como los "8 odiosos", no recomiendan el consumo de aceite de canola, maíz, semilla de algodón, soya, girasol, cártamo, semilla de uva y salvado de arroz.
Pero algunos investigadores tienen una visión diferente de estos aceites. "Los aceites de semillas son alimentos realmente saludables", afirma el doctor Dariush Mozaffarian, director del Instituto Food is Medicine de la Universidad de Tufts. "Existe evidencia abrumadora de sus beneficios y muy poca evidencia de sus efectos perjudiciales".Algunas personas han relacionado el aumento de las enfermedades crónicas con el mayor uso de aceites de semillas en el suministro de alimentos. Sin embargo, la mayoría de los investigadores en nutrición y dietistas dicen que los aceites de semillas no están relacionados con el aumento de las enfermedades crónicas.
Los riesgos pueden aumentar al freír
Nina Teicholz, fundadora de la Coalición de Nutrición, señala que la oxidación de los aceites de semillas en general, y especialmente al cocinar con ellos, sí puede ser un tema preocupante. "El calor acelera las reacciones químicas y la oxidación", afirma Teicholz. En su libro, describe un estudio que muestra indicadores más altos de estrés oxidativo después de consumir alimentos cocinados con aceite de cártamo, en comparación con el aceite de oliva. Debido a su mayor contenido de grasas monoinsaturadas, el aceite de canola es "una mejor opción" para cocinar que otros aceites de semillas, afirma Teicholz.
Otro problema es que en los restaurantes puedes reutilizar indefinidamente el aceite para sus preparaciones. Para la alimentos no fritos en restaurantes, los aceites de semillas suelen "salir con el producto" en el plato, en lugar de reutilizarse para la siguiente comida, dice Decker. El uso de estos aceites puede aumentar las calorías y las grasas a niveles inaceptablemente altos, incluso sin freír. "Estos aceites son principalmente grasa", dice Kane.
La Asociación Americana del Corazón sugiere limitar las grasas omega 6, incluidos los aceites de semillas, al 5-10% del total de calorías. Esto equivale a unos 11-22 gramos de grasas omega 6 al día. Los críticos del aceite de semillas recomiendan un consumo mucho menor.
Una solución
Prioriza una dieta más amplia, compuesta principalmente por alimentos integrales. "Es un perjuicio culpar a una sola cosa como la causa principal de las enfermedades", dice Kane. "El verdadero problema es un patrón alimentario poco saludable en general".
Algunos estudios muestran que el consumo moderado de grasas omega-6 no está relacionado con enfermedades cardiacas, diabetes u obesidad. Otros estudios incluso muestran que el omega-6 reduce el riesgo de enfermedades cardiacas.
Con información de Time