Aprende a manejar los pensamientos negativos

La negatividad puede manifestarse espontáneamente, y a menudo lo hace de manera inquietante. Por ejemplo, puedes estar sentado con tu pareja y de pronto un pensamiento te asalta y te hace sentir que en cualquier momento esa persona podría llegar a engañarte o dejarte y lo mal que te sentirías si eso pasara; esto genera en ti dudas y temores.

Sí, es absurdo que algo negativo se te ocurra en un momento positivo o neutral, pero es algo común y se debe a que la negatividad puede tener vida propia dentro de tu psique, sobre todo en momentos difíciles e inciertos.

Además, a menudo, esa negatividad hace que te sientas incapaz e importente para hacer algo al respecto. La pregunta es: ¿qué puedes hacer para gestionar eficazmente los aspectos negativos de tu mente? Las siguientes alternativas te pueden ayudar a lograrlo.

Sé consciente de que la negatividad es normal

Es un hecho que no todo en la vida debe ser positivo todo el tiempo. Siempre hay altibajos y malas rachas a las que tus emociones reaccionan. Sin embargo, las emociones y los pensamientos negativos no suelen ser "socialmente aceptables", por lo que la mayoría los ocultan y se niegan a admitir lo que realmente sienten y piensan.

Pero ten presente que, aunque no lo reconozcan públicamente, todos tienen sus malos momentos y su lado oscuro. La negatividad forma parte de la vida, es parte del equilibrio y la dualidad que existe en todo.

Así que no te sientas mal ni te juzgues cuando esos pensamientos negativos ronden tu mente. No estás solo, todas las personas, desde la más explosiva hasta la más apacible han pasado por momentos así, al menos una vez en su vida.

Los pensamientos son sólo eso: pensamientos

Un pensamiento es solo una muy pequeña parte de todo lo que ocurre en la mente. Según algunas estimaciones, suceden a miles por hora (en realidad, no se pueden cuantificar, ya que el cerebro nunca descansa y procesa constantemente una enorme cantidad de datos).

Algunos de estos datos salen a la superficie, que es cuando les das un significado consciente. Y aunque muchísimos de esos pensamientos que surgen son positivos, es curioso que se les suele dar más peso a los negativos, aunque sean los menos.

Esto se debe a que los apegos negativos son poderosos y son los que te mantienen pegado a la angustia interna. El primer paso para evitarlo, es ser conscientes de ello. Y lo que sigue es no dejar que esos pocos pensamientos negativos te dominen. Al final, son sólo pensamientos y no saldrán de tu cabeza a menos que tú decidas convertirlos en palabras o acciones.

Así que ten siempre presente que, por negativo o perturbador que sea un pensamiento que aparece en tu mente, sólo es un pensamiento. No es ni bueno ni malo. Sólo tiene el significado que tú le das. No te enfoques en él, no le des vueltas ni lo juzgues, simplemente deja que fluya y continúa con lo tuyo.

No debes luchar contra ellos

De la mano del punto anterior, para manejar esos pensamientos negativos no se trata de luchar contra ellos ni de verlos como el enemigo a vencer, pues al final también son parte de ti, de tu luz y oscuridad. Como todos, eres una persona imperfecta y vulnerable, que a veces ve las cosas positivas y luminosas, y otras sólo puedes ver los matices grises y sombríos.

Así que no te resistas a esos pensamientos, no los niegues ni los combatas. Acéptalos, conócelos y trata de entender lo que hay detrás de ellos, qué los hace surgir, pregúntate si vienen de algo que viviste recientemente, de vivencias del pasado o si son tus miedos y temores los que los alimentan.

Así, al reconocerlos y comprenderlos, podrás gestionarlos de mejor manera, para recibir el mensaje que tratan de darte y solucionar lo que sea necesario desde la raíz, no sólo maquillarlos superficialmente.

Muchas veces, este trabajo requiere de la guía de un especialista, así que no descartes la posibilidad de acudir a terapia si sientes que la negatividad invade tu mente la mayor parte del tiempo. Piensa que siempre hay una solución y que esa suele estar dentro de ti, sólo necesitas dar con la raíz, para trabajar en ella. Así que libérate de prejuicios y si consideras que será benéfico para ti, encuentra el tipo de terapia más adecuado para tus necesidades.

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