8 cambios sencillos para una dieta nutritiva y sin restricciones
En medio de una rutina agitada, ¿cuándo fue la última vez que te detuviste a evaluar realmente lo que comes? Este es el momento perfecto para reajustar nuestros hábitos.
Aunque en México persisten desafíos importantes —desde la deficiencia nutricional hasta los altos índices de sobrepeso, según la Secretaría de Salud—, la buena noticia es que la conciencia está creciendo: un estudio de Kantar indica que el 70% de los mexicanos hoy prioriza la comida saludable.
Pero, ¿qué significa realmente comer saludable cuando la restricción no es la respuesta? "Comer saludable significa llevar una dieta nutritiva, suficiente para cubrir las necesidades diarias, con un equilibrio adecuado de nutrientes, adaptada al estilo de vida de cada persona y variada, porque entre más color, mejor", explica la nutrióloga Fernanda Bores de Danone. "Comer saludable no es eliminar alimentos, sino encontrar un equilibrio y moderación en cuales elegimos."
La guía de la nutrióloga: 8 cambios sencillos pero significativos
La clave para transformar tu alimentación no está en dietas complicadas, sino en la constancia de pequeños cambios. La nutrióloga Fernanda Bores de Danone comparte una guía de hábitos que, al aplicarse diariamente, tienen un impacto profundo en la salud:
Llena tu plato de color: incluye frutas y verduras frescas en cada comida. La variedad se traduce en un abanico más amplio de vitaminas y minerales esenciales.
Aumenta tu consumo de proteína: carnes magras, legumbres y productos lácteos (como el yogur) son esenciales para mantener la masa muscular, especialmente importante con la edad, y brindan mayor sensación de saciedad.
Equilibrio interior con probióticos: incluye alimentos con probióticos (como el yogur u otros lácteos fermentados) que ayudan a tu microbiota intestinal a mantenerse balanceada, impactando directamente en la digestión y el estado de ánimo.
Prioriza la fibra: sumar alimentos ricos en fibra ayuda a tu digestión y contribuye a la saciedad, facilitando el control de peso.
Hidratación de calidad: prioriza el agua natural. El cuerpo necesita un mínimo de 2 litros de agua al día para que todos los procesos metabólicos funcionen correctamente.
Grasas buenas con medida: consume grasas saludables de forma controlada, como el aguacate, frutos secos o semillas.
Reduce el consumo de sal: un cambio sencillo para cuidar la salud cardiovascular.
Elige alimentos fortificados: optar por alimentos con vitaminas y minerales extra es una forma práctica de asegurar que tu cuerpo cubra todos los requerimientos diarios.
La clave está en disfrutar con conciencia
La dieta nutritiva sin restricciones es un camino más sostenible. La clave no es prohibir, sino aprender a disfrutar de todo con moderación y balance. Tu cuerpo, tu energía y hasta tu estado de ánimo lo van a agradecer.
En la búsqueda de esta alimentación equilibrada, existen aliados que facilitan el cuidado diario:
Para la salud digestiva: el yogurt acompaña con millones de probióticos vivos que apoyan activamente el bienestar intestinal.
Para agendas apretadas: Oikos PRO suma proteína extra, ideal para recuperar energía y mantener la masa muscular en rutinas con alta actividad.
Alternativas vegetales: las bebidas vegetales aportan nutrientes esenciales, complementando cualquier estilo de vida.
El gusto sin culpa: incluso para un refrigerio refrescante, puedes encontrar yogur para beber con opciones en sabores deliciosos como piña-coco o cookies.
La invitación, especialmente para la mujer adulta que maneja múltiples responsabilidades, es sencilla: disfrutar cada alimento con conciencia y equilibrio. Los pequeños cambios que hagas hoy tienen el poder de transformar tu mañana y de impulsar una alimentación segura, nutritiva y saludable.