Dhyana Mudra: El gesto de la meditación y la serenidad interior

El Dhyana Mudra es uno de los gestos más conocidos y representativos dentro del mundo de la meditación y el yoga. Este mudra, que simboliza la contemplación, el equilibrio y la concentración profunda, es utilizado desde tiempos ancestrales por sabios, monjes y practicantes espirituales de tradiciones como el budismo, el hinduismo y el jainismo.

Su imagen está presente en innumerables estatuas de Buda y maestros iluminados, donde se lo representa en estado de meditación profunda, transmitiendo una sensación de paz interior, silencio mental y conexión con el Ser interior.

¿Qué es el Dhyana Mudra?

La palabra "Dhyana" proviene del sánscrito y significa “meditación” o “contemplación profunda”. El término se relaciona con el séptimo paso del Yoga de Patanjali, Dhyana, que es el estado de concentración sostenida que conduce a la absorción meditativa y, finalmente, al Samadhi o iluminación.

El Dhyana Mudra se realiza uniendo ambas manos en el regazo: la mano derecha descansa sobre la izquierda, con las palmas hacia arriba y los dedos extendidos. Los pulgares se tocan ligeramente formando un óvalo o un círculo, símbolo de unidad, vacío y perfección. Las manos se colocan a la altura del ombligo o justo debajo, sobre las piernas cruzadas en postura de meditación (como el loto o medio loto).

Este gesto representa el equilibrio entre lo activo y lo receptivo, entre la mente consciente y el inconsciente. En la tradición budista, la mano derecha simboliza el estado iluminado y la izquierda el mundo ilusorio o fenoménico: al colocarlas juntas, se muestra que la iluminación surge de la profunda contemplación del mundo tal como es.

Origen y simbolismo

El Dhyana Mudra es especialmente venerado en las escuelas del budismo Mahayana y Zen, donde aparece frecuentemente en imágenes del Buda Shakyamuni meditando bajo el árbol Bodhi. También es común en representaciones de Avalokiteshvara (el Buda de la compasión) y de otros bodhisattvas.

El óvalo que forman los pulgares representa la rueda del Dharma, el ciclo de la vida, y la conexión ininterrumpida entre el individuo y el universo. Este gesto es también un recordatorio del vacío (Shunyata), un concepto fundamental del budismo que hace referencia a la naturaleza interdependiente y cambiante de toda existencia.

Cómo practicar Dhyana Mudra

  • Siéntate en una postura cómoda de meditación (sukhasana, padmasana o en una silla si lo prefieres).

  • Apoya ambas manos en el regazo, con las palmas hacia arriba.

  • Coloca la mano derecha sobre la izquierda, alineando los dedos.

  • Junta las puntas de los pulgares suavemente, formando un óvalo.

  • Cierra los ojos o déjalos entreabiertos mirando hacia abajo.

  • Mantén la espalda recta y relaja los hombros.

  • Puedes mantener este mudra durante toda tu sesión de meditación o utilizarlo al inicio y al final para anclarte en el momento presente.

Beneficios del Dhyana Mudra

Calma la mente y el sistema nervioso: Favorece un estado de serenidad y concentración, ideal para prácticas de meditación profunda.

Equilibra la energía interior: Al conectar las polaridades del cuerpo (derecha-izquierda, activo-receptivo), ayuda a armonizar los hemisferios cerebrales.

Desarrolla la atención plena: Su forma circular fomenta la introspección y el regreso constante al momento presente.

Profundiza la práctica espiritual: Simboliza la disposición a observar sin juicio, a soltar el ego y cultivar la sabiduría.

Refuerza el centro energético del abdomen (Manipura chakra): Al apoyar las manos sobre el vientre, se conecta con el poder personal, la transformación y la quietud interna.

Cuándo utilizar este mudra

  • Durante la meditación diaria (especialmente en prácticas de mindfulness, vipassana o zen).

  • En momentos de introspección o necesidad de claridad mental.

  • Antes de dormir, para aquietar la mente.

  • Al inicio de una práctica de yoga o ritual espiritual como símbolo de conexión interior.

El Dhyana Mudra es un gesto cargado de intención, presencia y poder simbólico. A través de él, recordamos la importancia de pausar, observar y habitar el silencio como puerta de entrada a una conciencia más profunda.

Incorporar este mudra a nuestra práctica meditativa nos ayuda a establecer una base de calma, claridad y ecuanimidad desde la cual podemos experimentar la verdadera esencia del Ser.

En palabras del Buda: “En el silencio de la meditación, se revelan las verdades más sutiles del universo.” El Dhyana Mudra es la forma de sostener ese silencio con las manos y con el corazón.

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