Depresión funcional: qué es, cómo se manifiesta y cómo afrontarla

A diferencia de la depresión más severa, donde las personas pueden tener dificultades significativas para realizar sus actividades diarias, la depresión funcional se caracteriza por la capacidad de la persona para llevar a cabo sus responsabilidades y tareas cotidianas, pero con un gran esfuerzo y sufrimiento interno.

Aunque las personas con depresión funcional pueden parecer estar "bien" en su vida exterior, por dentro lidian con una carga emocional significativa que puede afectar su bienestar general.

La depresión funcional se refiere a un estado en el que una persona experimenta síntomas depresivos, pero sigue siendo capaz de funcionar en su vida diaria, como mantener su trabajo, cumplir con sus responsabilidades familiares o sociales, y realizar tareas cotidianas.

A pesar de que las personas con depresión funcional mantienen una fachada de normalidad, sienten un agotamiento emocional, tristeza y falta de motivación interna. Sin embargo, la carga emocional de la depresión no es tan visible y a menudo pasa desapercibida, tanto para la persona afectada como para quienes la rodean.

La depresión funcional se puede considerar una forma más sutil de depresión, en la que las personas no experimentan la incapacidad total de realizar actividades, pero todavía sienten una gran desconexión emocional y fatiga.

Es posible que las personas con depresión funcional se sientan vacías, desinteresadas o abrumadas por el estrés, pero continúan con sus rutinas diarias debido a la necesidad de mantener las apariencias o cumplir con sus responsabilidades.

Síntomas de la depresión funcional

Los síntomas de la depresión funcional son similares a los de la depresión mayor, pero la diferencia radica en que la persona sigue siendo capaz de cumplir con sus tareas diarias, aunque con esfuerzo. Algunos de los síntomas comunes incluyen:

  • Fatiga constante y agotamiento: Aunque la persona sigue realizando sus actividades, siempre se siente agotada emocionalmente, física y mentalmente.

  • Desinterés o falta de placer: La persona puede perder el interés en actividades que anteriormente disfrutaba, aunque sigue realizándolas por obligación o rutina.

  • Sentimientos de vacío o desconexión emocional: Aunque mantiene su vida diaria, siente una falta de conexión emocional consigo misma o con los demás.

  • Dificultad para concentrarse o tomar decisiones: La mente está nublada por pensamientos negativos o preocupaciones, lo que dificulta la concentración en las tareas cotidianas.

  • Aumento o pérdida de apetito: Las personas con depresión funcional pueden experimentar cambios en sus hábitos alimenticios, como comer en exceso para llenar el vacío emocional o no tener ganas de comer.

  • Sentimientos de insuficiencia o culpa: A pesar de cumplir con sus responsabilidades, la persona puede sentirse como si no fuera suficiente o experimentar culpa por no estar "realmente feliz" a pesar de estar funcional.

  • Ins omnio o hipersomnia: La dificultad para dormir o, por el contrario, el deseo excesivo de dormir son comunes en este tipo de depresión.

Causas de la depresión funcional

La depresión funcional puede ser el resultado de una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales. Algunas de las posibles causas incluyen:

  • Factores genéticos: Si hay antecedentes familiares de depresión, es más probable que una persona desarrolle una forma de depresión funcional debido a la predisposición genética.

  • Estrés crónico: El estrés prolongado, como problemas laborales, familiares o financieros, puede contribuir a la aparición de la depresión funcional. Aunque la persona sigue adelante con su vida diaria, el estrés constante puede minar gradualmente su bienestar emocional.

  • Presión social o expectativas externas: Las expectativas de la sociedad, la familia o el entorno laboral pueden hacer que las personas sientan la necesidad de seguir funcionando y manteniendo las apariencias, incluso si están luchando por dentro.

  • Desajustes en la química cerebral: Al igual que en otros tipos de depresión, los desequilibrios en neurotransmisores como la serotonina y la dopamina pueden estar involucrados en la depresión funcional.

  • Experiencias traumáticas o pérdidas: A pesar de que la persona puede haber procesado un evento traumático en su vida, puede seguir sintiendo las secuelas emocionales sin que estos síntomas sean evidentes para los demás.

¿Cómo se trata la depresión funcional?

Aunque la depresión funcional no siempre es tan evidente como la depresión mayor, es importante tratarla de manera efectiva. Aquí hay algunas formas de abordar este tipo de depresión:

  • Terapia psicológica: La terapia cognitivo-conductual (TCC) es especialmente eficaz en el tratamiento de la depresión funcional, ya que ayuda a las personas a identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos que contribuyen a la depresión. La terapia interpersonal también puede ser útil para mejorar las relaciones y manejar las expectativas sociales.

  • Prácticas de autocuidado: Practicar técnicas de relajación, como la meditación, el mindfulness o el yoga, puede ayudar a reducir los niveles de estrés y mejorar el bienestar emocional. El ejercicio regular también es una excelente manera de liberar endorfinas y mejorar el estado de ánimo.

  • Red de apoyo social: Aunque las personas con depresión funcional suelen mantener sus rutinas, es crucial que busquen apoyo de amigos, familiares o grupos de apoyo. Hablar sobre sus sentimientos y experiencias puede aliviar la carga emocional.

  • Reajuste de expectativas: Ayudar a la persona a comprender que no necesita cumplir con todas las expectativas sociales o laborales a expensas de su bienestar es fundamental. Establecer metas alcanzables y aprender a ser compasivo consigo mismo/a es clave para la recuperación.

La depresión funcional es una forma de depresión que, aunque no siempre es evidente para los demás, puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quien la padece. Reconocer los síntomas, buscar tratamiento adecuado y practicar el autocuidado son pasos esenciales para mejorar el bienestar emocional y restaurar el equilibrio. Si bien la depresión funcional puede ser desafiante, es importante recordar que la ayuda está disponible y que se puede aprender a gestionar y superar estos desafíos.

Si sientes que estás luchando con la depresión funcional, no dudes en buscar apoyo profesional. La salud mental es tan importante como la salud física, y es posible encontrar un camino hacia el bienestar emocional.

Siguiente
Siguiente

Los tipos de duelo que se pueden presentar a lo largo de la vida