¡Tu cuerpo necesita estos nutrientes! Y la sardina puede brindártelos

beneficios de las sardinas

Cada uno de los alimentos aporta beneficios nutricionales a nuestro cuerpo y tener una dieta variada es lo mejor que podemos hacer para obtener más de las bondades de diferentes ingredientes. Sin embargo, no siempre damos esa variedad que se requiere, no incluimos elementos con muchos e importantes nutrientes, como la sardina.

Las sardinas, que además podemos encontrar en lata en cualquier supermercado, nos ayudan en varias patologías que están relacionadas con enfermedades carenciales y a restablecer deficiencias de calcio o proteínas, bajos niveles de vitamina D. Consumir sardina también ayuda a cubrir necesidades de otros importantes nutrientes, asegurándonos ostensibles mejorías en la salud, como señala el doctor Benjamín Ramírez, especialista e investigador en enfermedades crónicas con doctorado en bioquímica y nutrición humana.

El doctor Benjamín Ramírez explica que antes de atender o “tapar” momentáneamente los síntomas de un padecimiento, la verdadera medicina busca el origen y la causa de muchas enfermedades crónicas, basado ello en la medicina preventiva y la medicina regenerativa. El especialista ha podido constatar que una lata de sardina es rica en proteínas de alto valor biológico y calcio, selenio y zinc, grasas antinflamatorias, entre otros valiosos nutrientes.

Entre los beneficios de consumir sardina está la prevención en enfermedades como la osteoporosis, diabetes (ya que contribuye a controlar la insulina en la sangre), la fatiga crónica o agotamiento. También es muy buena para pacientes que tienen hígado graso, arterioesclerosis, insuficiencia renal, entre otros.

El consumo frecuente de sardina también fortalece la resiliencia o la capacidad de sobreponerse a padecimientos críticos y adaptarse luego de experimentar alguna situación inusual e inesperada de salud. Incluir sardina en nuestra dieta puede aumentar la calidad de vida cuando hay problemas de salud de progresión lenta, como los problemas cardiovasculares, asma, artritis, o aquellas generadas por patrones de alimentación inadecuados como la obesidad, por señalar otras.

La sardina nos brinda nutrientes como el calcio, selenio y zinc. Consumirlos de esta manera es mucho más accesible y natural que tomarlos como suplementos. Cada uno de los aportes de la sardina son totalmente necesarios para nuestra salud.

El especialista sugiere para fines prácticos y sencillos, por ejemplo, preparar un arroz blanco (carbohidrato), sardina (proteína) con pepino, cilantro, cebolla, jitomate, aceite de oliva (grasa), una agua de limón sin azúcar y tenemos un platillo rico, completo y con gran valor molecular, esa mezcla con dichos elementos es “oro molecular”, puntualizó el especialista.

Anterior
Anterior

Está bien no estar bien: Abraza tu vulnerabilidad durante las fiestas de fin de año

Siguiente
Siguiente

El significado espiritual y energético de los gatos