¿Qué es el 'gatekeeping'? Por qué lo hacemos y cómo superarlo

Esa cafetería local, esa rutina de estiramiento que solo tú conoces, ese rincón del bosque perfecto... ¿alguna vez has sentido ese temor por compartir tu "tesoro" con el mundo, temiendo que se vuelva popular y pierda su magia? Este fenómeno se llama gatekeeping y es el acto de restringir información o acceso a algo que consideramos una parte crucial de nuestra identidad o status de "insider".

Aunque a menudo lo vemos en las redes sociales, tiene raíces psicológicas profundas que afectan nuestro bienestar. ¿Por qué nos aferramos a estos secretos y cómo una mentalidad de abundancia puede liberarnos?

El miedo a perder la identidad

El gatekeeping surge de una necesidad humana básica: la pertenencia y la diferenciación. Lo que nos gusta nos define. Si una banda, un hobby o un producto de nicho es poco conocido, se convierte en un marcador único de nuestra identidad. El miedo es que si ese "tesoro" se vuelve mainstream, pierde su valor de diferenciación y, por lo tanto, diluye una parte de quiénes somos.

Al ser el "guardián" de una información valiosa, se activa una sensación de status o conocimiento superior. Esta exclusividad nos da un pequeño, pero poderoso, impulso de autoestima.

También existe la preocupación legítima de que si todos descubren el lugar, se llenará, cambiará de dueño o el producto subirá de precio, arruinando la experiencia original.

La mentalidad de escasez

Aferrarse a los secretos y practicar el gatekeeping tiene un impacto negativo en nuestra salud mental:

  • Fomenta la aislamiento: al limitar la información, limitamos la conexión. Compartir gustos profundos es una de las formas más fáciles de forjar lazos sociales y construir comunidades.

  • Refuerza la escasez: la creencia de que "hay suficiente para mí, pero no para todos" o que "algo se arruinará si se comparte" es una mentalidad de escasez. Esta mentalidad genera ansiedad, posesividad y una competencia silenciosa con otros.

  • Niega la alegría de la generosidad: la generosidad (incluida la generosidad de la información) está directamente ligada a la felicidad y la satisfacción. Restringir la alegría del descubrimiento nos niega esa satisfacción emocional.

Cultivando una mentalidad de abundancia

Para superar la necesidad de ser el "guardián" y fomentar un espíritu de compartición saludable, enfócate en estas estrategias de bienestar emocional.

  1. Desvincular identidad y consumo
    Tu valor y quién eres no dependen de lo que consumes o de lo que solo tú sabes. Tu identidad real reside en tus valores, tus acciones y tus relaciones, no en tu nicho.

  2. Practicar la alegría de compartir (generosidad de la información)
    Piensa en el placer que sentiste al descubrir ese objeto o lugar. Al compartirlo, no pierdes tu experiencia, sino que la multiplicas. Celebra la posibilidad de que otra persona encuentre una nueva fuente de alegría gracias a ti.

  3. Aceptar que el cambio es inevitable
    Las cosas cambian, con o sin tu información. Si algo se vuelve popular y se modifica, el valor no se pierde; simplemente te has graduado y tienes la oportunidad de buscar el siguiente gran tesoro. El verdadero valor de un descubrimiento está en el proceso de buscar y encontrar, no en poseerlo exclusivamente.

Al liberarte de la necesidad de ser un guardián, cultivas la gratitud, la apertura y una mentalidad de abundancia que siempre encuentra valor, ya sea en un rincón secreto o en un placer compartido.

Con información de Well & Good

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