Desactiva los pensamientos negativos: el poder de la fusión cognitiva para tu bienestar

¿Alguna vez te has sentido atrapada por un pensamiento negativo, como si fuera una verdad absoluta que controla tus emociones y acciones? Esta sensación de estar "fusionado" con tus pensamientos es un fenómeno común que puede alimentar la ansiedad, la depresión y el estrés. Sin embargo, existe una herramienta poderosa, especialmente en terapias como la de Aceptación y Compromiso (ACT): la fusión cognitiva.

La fusión cognitiva (o cognitive defusion, en inglés) no busca eliminar los pensamientos negativos, sino cambiar la forma en que nos relacionamos con ellos. El objetivo es observarlos como simples eventos mentales, como nubes que pasan en el cielo, en lugar de verdades literales que deben ser obedecidas. Al crear una distancia psicológica, ganamos flexibilidad y libertad para actuar según nuestros valores, no impulsados por un crítico interno.

Técnicas sencillas para practicar la fusión cognitiva

Desarrollar esta habilidad requiere práctica, pero las técnicas son sorprendentemente sencillas y pueden integrarse en tu día a día. Aquí te presentamos algunas de las más efectivas:

  • "Date cuenta": Cuando un pensamiento negativo aparezca, da un paso atrás y simplemente nótalo. En lugar de decir "Soy un fracaso", prueba con "Estoy notando un pensamiento de que soy un fracaso". Esta pequeña reformulación ayuda a crear una distancia inmediata entre tú y el pensamiento.

  • "Baja la velocidad": Imagina tu pensamiento como un disco de vinilo que se reproduce lentamente. A medida que la "velocidad" disminuye, las palabras se distorsionan y se convierten en sonidos, perdiendo su impacto emocional y su significado literal. Esto te ayuda a desengancharte del contenido del pensamiento.

  • "Cántalo": Toma ese pensamiento molesto y cántalo con una melodía ridícula o pegadiza, como si fuera la letra de una canción infantil. Decir "No soy lo suficientemente buena" con una voz graciosa puede quitarle instantáneamente su seriedad y poder sobre ti.

  • "Agradece a tu mente": A menudo, los pensamientos negativos surgen de una parte de nuestra mente que intenta protegernos, aunque lo haga de forma torpe. Cuando un pensamiento intrusivo aparezca, puedes agradecerle a tu mente por ese pensamiento. Por ejemplo, "Gracias, mente, por recordarme que tengo que preocuparme por esto". Esto cambia la dinámica de lucha a aceptación.

  • "Voz graciosa": Repite el pensamiento con una voz tonta o de personaje de dibujos animados. Escuchar "Nunca lo lograrás" dicho con una voz chillona o robótica puede hacer que el pensamiento pierda su peso y autoridad.

  • "Sonríele al pensamiento": En lugar de resistirte a un pensamiento negativo, simplemente sonríele. Este gesto puede ayudarte a hacer las paces con el hecho de que el pensamiento está ahí, sin necesidad de engancharte con él o de que te abrume. No se trata de estar de acuerdo, sino de reconocer su presencia sin entrar en batalla.

¿Por qué funcionan estas técnicas?

Estas técnicas funcionan al cambiar nuestra relación con los pensamientos. Nos ayudan a ver que no somos nuestros pensamientos y que no tenemos que creerlos ciegamente. Al practicar la fusión cognitiva, desarrollamos una mayor flexibilidad psicológica, lo que nos permite:

  1. Observar sin juzgar: Ver los pensamientos como fenómenos pasajeros.

  2. Reducir el impacto emocional: Disminuir la intensidad del sufrimiento que pueden causar.

  3. Elegir nuestras acciones: Responder a las situaciones basándonos en nuestros valores y no en lo que nos dictan los pensamientos negativos.

Incorporar estas prácticas en tu vida puede ser un paso transformador hacia una mayor paz mental y una relación más sana con tu diálogo interno. No se trata de controlar lo que piensas, sino de controlar cómo respondes a lo que piensas.

Con información de cogbtherapy.com

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