¿Cada cuánto se deben lavar las toallas? Esto dicen los expertos en salud y microbiología

Aunque la sensación de envolverse en una toalla suave y limpia después de la ducha es inigualable, este artículo de uso diario es, sin saberlo, un caldo de cultivo para gérmenes. Contrario a la creencia popular de que una toalla está "limpia" porque solo toca un cuerpo recién lavado, los expertos en microbiología y dermatología advierten que la humedad, el calor y los restos orgánicos crean un ambiente perfecto para la proliferación de bacterias y hongos.

¿Qué dicen los especialistas sobre la frecuencia de lavado?

La mayoría de los microbiólogos y expertos en higiene coinciden en que una toalla de baño debe lavarse después de un máximo de dos a tres usos.

El doctor Philip Tierno, microbiólogo de la Universidad de Nueva York, ha señalado que una toalla comienza a albergar bacterias a partir del segundo o tercer uso, ya que la combinación de humedad, células muertas de la piel (que sirven de alimento a los microbios) y residuos corporales facilita el crecimiento de microorganismos.

Señales de alerta:

  • Mal olor: si la toalla empieza a oler a humedad, es una señal clara e inequívoca de que las bacterias, los hongos y el moho ya están proliferando. En ese caso, debe ir directamente a la lavadora, incluso si no ha alcanzado los tres usos.

  • Riesgos para la salud: las toallas sucias pueden provocar o exacerbar brotes de eczema, dermatitis atópica y propagar infecciones fúngicas como el pie de atleta o la tiña.

El plazo máximo: una vez a la semana

Aunque la recomendación ideal sea cada tres usos, expertos en higiene como Sally Bloomfield sugieren que, como mínimo, las toallas deberían lavarse al menos una vez a la semana. Esto aplica incluso si la persona vive sola, ya que las bacterias que crecen provienen en gran parte del propio cuerpo.

La frecuencia de lavado debe ajustarse al uso que se le des a la prenda:

  • Toallas de baño (cuerpo): después de 2 a 3 usos. Máximo una vez a la semana.

  • Toallas de manos: cada 1 o 2 días, debido a su uso constante por múltiples personas y su alta exposición a gérmenes.

  • Toallas de gimnasio/sudor: inmediatamente después de cada uso, dado el alto contenido de sudor y bacterias.

  • Toallas de cocina: lo ideal es cambiarlas diariamente, para evitar la contaminación cruzada de alimentos.

Consejos para mantener la higiene de las toallas

La frecuencia de lavado no lo es todo; el cuidado entre usos es crucial para inhibir el crecimiento microbiano:

  1. Secado rápido: después de cada uso, cuelga la toalla en un lugar ventilado donde pueda secarse completamente y rápidamente. Evita dejarla en el suelo o amontonada.

  2. Ventilación en el baño: la humedad en el baño es el principal enemigo. Asegura una buena ventilación para reducir el ambiente propicio para el moho.

  3. Temperatura de lavado: lava las toallas con agua a una temperatura de 60 °C (o al menos 30 °C) para eliminar eficazmente las bacterias y los restos acumulados.

  4. No compartir: evita compartir toallas de baño, ya que esto facilita la transmisión de bacterias y posibles infecciones cutáneas entre personas.

Con información de CNN

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