El ruido en la vida cotidiana puede dañar tu audición a largo plazo
En la rutina diaria, estamos rodeados de ruidos constantes que a menudo pasamos por alto: el tráfico, la música, el televisor, los electrodomésticos, entre otros. Aunque algunos de estos sonidos pueden parecer inofensivos, la exposición constante a altas frecuencias llega a ser perjudicial para la salud auditiva. MED-EL, líder en soluciones auditivas, señala la importancia de la detección oportuna, ya que la pérdida de audición es irreversible y puede reducir de manera significativa la calidad de vida.
Aunque comúnmente se asocia la pérdida auditiva con la vejez, los casos de sordera en personas jóvenes y adultos menores de 60 años son cada vez más frecuentes. El acceso a tecnologías que amplifican el sonido y la exposición prolongada a altos niveles de ruido pueden dañar la audición, tanto a nivel estructural como nervioso.
Con el tiempo, estas frecuencias afectan las células ciliadas del oído interno, responsables de transmitir los sonidos al cerebro. Una vez dañadas, estas células no se regeneran, lo que provoca una hipoacusia irreversible. Además, la constante exposición al ruido también puede contribuir a otros problemas de salud, como el estrés, la fatiga y diversas afectaciones psicológicas.
Evita los ruidos en el hogar
En el hogar, algunos de los sonidos más comunes que pueden causar pérdida de audición son aquellos con un volumen elevado, como la música, el televisor o el despertador. Aunque se consideran frecuencias comunes, estos ruidos pueden exceder los niveles recomendados para no dañar el oído. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la hipoacusia o pérdida auditiva sucede cuando el umbral de audición se reduce a menos de 20 decibeles (dB). Para ponerlo en contexto, un susurro en una conversación suele alcanzar una frecuencia igual o mayor a 20 dB.
“Es esencial que las personas comprendan que el daño auditivo no se limita a entornos industriales o laborales. Todos los días estamos expuestos a fuentes de ruido que, aunque parecen inofensivas, ocasionan un daño irreversible en el sistema auditivo a corto o a largo plazo”, señala la doctora Dulce María García Jacuinde, audióloga en MED-EL México.
Actividades cotidianas que contribuyen al desgaste del oído a largo plazo
Escuchar música a volumen alto en audífonos, en el estéreo o en el auto
Permanecer cerca de ruidos fuertes en el hogar, como cortadoras de césped, durante periodos prolongados
Asistir frecuentemente a conciertos de música con gran volumen
El ruido que producen las motocicletas o transportes de cargas pesadas
Usar herramientas eléctricas de forma frecuente
Tocar instrumentos en bandas o en orquestas sin protección
Ver películas en volumen alto, sobre todo aquellas que incluyen explosiones o efectos con audio extremo
Estar constantemente expuesto al ruido del tráfico
Es fundamental que tomemos conciencia de los riesgos que conlleva la exposición prolongada al ruido y la importancia de cuidar nuestra salud auditiva. Realizar chequeos auditivos periódicos permite detectar de manera temprana cualquier signo de deterioro en la audición, lo que es clave para prevenir daños mayores.