El único momento del día en que debes regar tus plantas (y por qué)

Si tus plantas no están prosperando a pesar de que las riegas con dedicación, el problema podría no ser el cuánto, sino el cuándo. La hora del día en que aplicas agua determina cuánta humedad llega realmente a las raíces y, más importante aún, si estás invitando a hongos y enfermedades.

Mañana temprano es la mejor hora para el riego

El momento óptimo para regar casi todas las plantas, desde las de interior hasta el césped, es entre las 06:00 y las 10:00 hrs.

Esta recomendación se basa en la fisiología de la planta y las leyes de la termodinámica:

  • Evaporación mínima: a primera hora, la temperatura ambiente es baja y el viento es suave. Esto asegura que la máxima cantidad de agua se filtre en el suelo y sea absorbida por las raíces antes de que el sol tenga oportunidad de evaporarla. El resultado es un riego mucho más eficiente.

  • Impulso de la fotosíntesis: las plantas necesitan reservas de agua para realizar la fotosíntesis, el proceso que les permite crear alimento durante el día, cuando hay luz. Regarlas temprano las prepara y energiza para su jornada.

  • Prevención de enfermedades: el sol de la mañana garantiza que cualquier humedad residual que caiga sobre las hojas se seque rápidamente. Dejar las hojas húmedas durante la noche crea un microclima ideal para el crecimiento de hongos como el mildiú y otras plagas bacterianas.

¿Qué pasa si riego por la tarde o noche?

Si tu horario no te permite el riego matutino, la segunda mejor opción es hacerlo al final de la tarde, después de las 16:00 hrs. o cuando el sol ya está en declive. Esto rehidrata las plantas después del calor del día.

Sin embargo, debes ser extremadamente cuidadoso para evitar mojar las hojas y el cuello de la planta, ya que cualquier humedad que persista después del anochecer puede ser un imán para las enfermedades.

La hora en la que no debes de regar

Nunca riegues entre las 11:00 y las 15:00 hrs. Durante las horas pico de sol la mayor parte del agua se evaporará antes de llegar a las raíces, desperdiciando el recurso. Además, las gotas de agua que quedan en las hojas pueden actuar como lupas, concentrando los rayos del sol y causando quemaduras permanentes en el tejido vegetal.

Ajustar tu alarma diez minutos antes para regar tus plantas en la hora dorada es el cambio más simple y efectivo que puedes hacer para asegurar un jardín sano, fuerte y libre de enfermedades.

Anterior
Anterior

La ciencia de elegir el mejor momento del día para hacer ejercicio

Siguiente
Siguiente

Qué son los superalimentos y cuáles son sus beneficios