Consejos para conservar el jengibre por más tiempo

El jengibre esun ingrediente que poco a poco ha ido ganando terreno en nuestra alimentación. Aunque se trata de un elemento que se usa para dar sabor a algunos alimentos, en México es poco conocido su uso en la cocina. Solemos relacionarlo (y consumirlo) cuando aparece en algunas preparaciones asiáticas donde es bastante popular, pero no es así en la cocina mexicana.

Sin embargo, los múltiples beneficios para la salud de este superalimento lo han vuelto un indispensable en muchos hogares mexicanos. El jengibre es una planta de la familia de las zingiberáceas, relacionada con la ćurcuma o el cardamomo. Su tallo subterráneo es un rizoma empleado desde hace siglos en la medicina tradicional.

¿Para qué es bueno el jengibre

Este peculiar ingrediente es especialmente utilizado para ayudar a los procesos digestivos, reducir las náuseas o como remedio para combatir la gripe, aunque esto último tiene más de leyenda que de realidad. No obstante, sí es beneficioso para estimular los movimientos intestinales, absorber nutrientes y eliminar toxinas en la digestión. También regula los niveles de azúcar siendo un aliado perfecto para perder peso, contribuyendo asimismo a acelerar el metabolismo y quemar grasas.

El jengibre es un fuerte antinflamatorio y puede reducir significativamente la inflamación de articulaciones y el dolor derivado, especialmente en casos de osteoartritis y reumatismo. Es útil para reducir el colesterol y es beneficioso para disminuir la presión arterial, prevenir el estrechamiento de las arterias cardíacas y diluir la sangre. Algunos estudios también señalan la eficacia del jengibre para combatir enfermedades infecciosas provocadas por distintos tipos de bacterias y sus propiedades diuréticas.

¿Cómo conservar el jengibre?

Lo más habitual es utilizar el jengibre fresco, por ello es mejor conservarlo así durante el mayor tiempo posible, para no perder su aroma ni sus propiedades. Así puedes conservar la raíz de jengibre:

  1. Después de comprarlo, envuélvelo sin pelar en un papel absorbente.

  2. Guárdalo en una bolsa de plástico con cierre hermético.

  3. Dentro del refrigerador coloca la bolsa en el cajón de las verduras o en la parte más baja.

Hay otras maneras de tener jengibre fresco y siempre a la mano:

  1. Jengibre rallado. Para conservarlo así y poder elaborar tus recetas con jengibre, solo tienes que rallarlo recién comprado y envolverlo también en papel absorbente. Después, consérvalo del mismo modo, en una bolsa hermética.

  2. Conservar jengibre en aceite. En un recipiente mezcla aceite de tu preferencia y jengibre fresco rallado. Lleva la mezcla al horno durante dos horas a 65 ºC. Puedes separar las hojuelas de jengribre del aceite y utilizar este en ensaladas o distintas preparaciones. Así puede durarte hasta seis meses, y no es necesario refrigerar.

  3. Jengibre deshidratado. Aunque es una buena opción para tenerlo por más tiempo, al deshidratarse pierde sabor y sus propiedades se debilitan, pero aún así tienes un ingrediente disponible por más tiempo para cocinar. Para deshidratarlo, córtalo en rodajas muy finas y ponlas separadas en una charola apta para el horno o microondas. Déjalo el tiempo necesario hasta que quede seco y crujiente por la pérdida de agua y utiliza una potencia media, vigilándolo hasta que esté como deseas.

Con información de elespanol.com

Anterior
Anterior

Cómo superar la cuesta de enero y recuperarte después de las festividades

Siguiente
Siguiente

¿Qué beneficios aporta el consumo de fibra a las personas que viven con diabetes?