Todo lo que necesitas saber sobre exfoliación de piel y sus múltiples beneficios
Hay un momento en la vida en el que descubres que tu piel no tiene la misma luminosidad que de costumbre. La ciencia lo dice: un estudio con 50 mujeres de entre treinta y cincuenta años reveló que la opacidad de la piel aumenta con la edad. La buena noticia es que la exfoliación puede ayudar a revertir esta pérdida de luminosidad relacionada con la edad.
Ya sea que uses un exfoliante facial, un exfoliante líquido o un cepillo seco, el proceso de eliminar las células muertas que opacan la piel puede resultar en una luminosidad instantánea. Y los beneficios no terminan ahí. Exfoliar también destapa los poros y suaviza la piel, según la dermatóloga Amy Spizuoco. "Elimina las células cutáneas que están a punto de renovarse y promueve la siguiente capa de piel para reconstruir una tez más sana y luminosa", afirma.
Por supuesto, hay que moderarse con este hábito. "Si te exfolias en exceso, podrías notar que tu rostro se enrojece y empieza a pelarse o descamarse", afirma la dermatóloga Avnee Shah. Y no todos los tipos de piel aplican las mismas reglas: existen diferentes productos y estrategias que puedes usar para adaptar tu rutina de exfoliación a las necesidades únicas de tu cutis.
¿Qué es la exfoliación?
La exfoliación es una técnica de cuidado de la piel que consiste en eliminar las células muertas de la capa superior de la piel. Al eliminar esta capa, la exfoliación ayuda a iluminar el cutis y permite que los productos para el cuidado de la piel penetren más profundamente (mejorando su eficacia), explica la doctora Shah. Probablemente también suavizará tu piel y reducirá el riesgo de acné, ya que esas células muertas pueden acumularse y obstruir los poros, añade.
Y a medida que envejecemos, exfoliar nuestra piel se vuelve esencial. Alrededor de los 18 años, la capacidad natural de la piel para renovar sus células disminuye aproximadamente un 10% cada década, según la doctora Spizuoco. La exfoliación ayudará a que la regeneración celular avance y "estimulará la siguiente capa de queratinocitos (la capa superior y la barrera protectora de la piel) y la regeneración de las células cutáneas", añade.
¿Qué tipo de exfoliación es mejor para ti?
Antes de comprar el primer exfoliante facial que te encuentres, debes saber que existen dos tipos de exfoliación (química y física) y que quizás prefieras elegir uno en función de tus objetivos y necesidades:
Física: La exfoliación física suele emplear una herramienta (como un cepillo de limpieza oscilante o incluso una toallita) o un exfoliante facial para eliminar físicamente las células muertas de la piel. Si optas por esta opción, elige partículas más finas, ya que son menos abrasivas, aconseja la doctora Shah.
Exfoliantes químicos: Estos utilizan alfahidroxiácidos (AHA) o betahidroxiácidos (BHA) para ayudar a que las células muertas de la piel se separen de las sanas, dice la doctora Spizuoco. Estos incluyen limpiadores con ácido salicílico, un peeling casero de ácido glicólico o una crema hidratante con algún tipo de ácido exfoliante. Los retinoides, como el retinol de venta libre, también pueden considerarse exfoliantes, ya que también actúan para aumentar la renovación celular. "He descubierto que si las personas usan retinoides, realmente no necesitan exfoliarse", dice la doctora Shah.
El mejor método de exfoliación para ti depende realmente de tus preferencias, así como de tu tipo de piel. La dermatóloga Shah señala que se recomienda la exfoliación química más que los métodos físicos, especialmente porque los exfoliantes pueden crear pequeños desgarros en la piel que pueden provocar mayor inflamación e infección.
¿Con qué frecuencia deberías exfoliar tu rostro?
Como regla general, menos es más. El objetivo es evitar enrojecerse o sentir escozor. Simplemente, se busca ayudar suavemente al proceso natural de eliminación de células muertas del cuerpo para que el rostro brille. Para pieles sensibles, la doctora Shah aconseja omitir la exfoliación por completo. (Si no puedes resistirte, use un limpiador cremoso con un bajo porcentaje de ácido glicólico una vez a la semana, dice).
Si tiene piel grasa o tu piel es propensa al acné, tienes mucha más libertad con tu rutina: la especialista dice que puedes exfoliarte hasta cuatro veces por semana (solo asegúrate de aumentar gradualmente), y tu piel probablemente tolere tanto la exfoliación química como la física.
Para un proceso de cicatrización más suave, es muy recomendable exfoliar por la noche. Este proceso puede hacer que la piel sea más sensible a los daños causados por los rayos UVA y UVB del sol, afirma la doctora Spizuoco. Añade que puedes aplicar después cremas hidratantes con ácido hialurónico o niacinamida para que tu piel se repare durante la noche. Si prefieres exfoliarte durante el día, asegúrate de aplicar una capa amplia de protección solar.
¿Cuándo deberías evitar la exfoliación?
Si estás en medio de un brote, podrías sentirte tentada a usar exfoliantes de forma agresiva, pero en realidad deberías evitar los métodos físicos abrasivos. "Veo que la exfoliación en muchos de mis pacientes con acné hace más daño que bien", dice la doctora Shah.
¿Por qué? Si tienes acné quístico o crónico, tu piel ya está inflamada. Por lo tanto, irritarla aún más con exfoliantes más agresivos puede dejar marcas oscuras conocidas como hiperpigmentación postinflamatoria. Estas marcas pueden durar incluso más (y aparecer con más frecuencia) en personas con tonos de piel bronceados o más oscuros, añade la especialista. En cuanto a los exfoliantes químicos, explica que pueden ayudar en algunos casos, pero es mejor consultar con tu dermatólogo antes de probarlos, ya que querrás adoptar un enfoque más matizado en tu rutina de exfoliación.
En otras ocasiones, deberías posponer la exfoliación: si tienes algún corte o herida abierta en la cara, si tienes una infección facial como un herpes labial (¡se extenderá!) o si te quemaste con el sol. En esos casos, tu piel necesita más hidratación y cuidados.
Con información de Women's Health