Cómo lograr que la decoración de tu casa refleje tu personalidad
Una parte importante de nuestro bolsillo se va anualmente a las renovaciones que hacemos en casa, a veces por mantenimiento, a veces simplemente para tener un look diferente. Nuestros hogares son espacios increíblemente personales: es donde andamos en ropa interior, donde hablamos con nosotros mismos, donde pasamos momentos íntimos con nuestras familias. Por eso, decorar nuestros hogares no es frívolo: es importante que el espacio en el que vivimos se sienta cómodo, funcional y, quizás lo más importante, personal.
Sin embargo, embellecer tu hogar y que a la vez refleje tu personalidad puede parecer abrumador. Los programas de diseño en televisión ofrecen un estándar imposible de supuesto gusto, y es fácil creer que necesitas un diseñador de interiores profesional o tu espacio no quedará como tú quieres. En realidad, no es tan difícil infundir personalidad en tu casa. La clave está en recordar que eres tú quien vive allí, no los diseñadores de interiores del mundo. Sigue estos consejos prácticos para que la decoración de tu hogar refleje tu personalidad, ¡sí se puede!
Espacio para tus cosas
Lo primero que debes considerar para que tu casa se sienta como un espacio íntimo es considerar un lugar para las cosas que amas. Si coleccionas algo, piensa en cómo exhibir esa colección, ya sea en un lugar específico de la casa o distribuida por todo el espacio. Si eres un lector ávido, por ejemplo, en lugar de concentrar tus libros en una habitación específica, considera tener libros integrados por todo el espacio. Si coleccionas arte, colócalo en las paredes sin preocuparte por si tienes buen ojo para ello o no.
La clave está en hacer visibles las cosas que amas y que formen parte del espacio. No solo refleja tu personalidad en cada habitación, sino que te alegrará cada vez que las veas.
Sé una persona práctica
Una manera fácil de que una casa parezca genérica es abordar cada habitación como un espacio neutral desde el principio. Todos los espacios de tu casa pueden tener usos y aplicaciones específicos. Algunos son obvios (las cocinas son cocinas, los baños son baños), pero otros espacios pueden usarse como quieras. Los dormitorios pueden ser oficinas, bibliotecas, salas de manualidades, estudios de grabación o cualquier otra cosa. Al diseñar la apariencia de estos espacios, comienza por cómo usarás la habitación; olvídate de las tendencias y decora el espacio según la función que le darás. Esto facilitará que lo uses como desees, lo que lo hará sentir más personal.
Abraza el caos
Muchas personas experimentan una especie de "parálisis de decisión" al decorar su casa porque les preocupa acertar o porque la gente piense que tienen mal gusto. Esto a menudo resulta en decisiones de diseño muy neutrales, pero eso no hará un espacio personal. Si quieres un espacio que refleje tu personalidad, debes aceptar el caos y dejar de preocuparte por la perfección.
Eso significa elegir muebles, colores y piezas decorativas que te gusten, independientemente de si "funcionan" en un sentido tradicional. La clave está en adoptar una "decoración lenta" (centrarse en la decoración que perdure y funcione, en lugar de la gratificación instantánea) y tomarte tu tiempo. Tu espacio cobrará forma a medida que edites y refines tus elecciones, y mientras tanto, las cosas que te dan energía estarán expuestas y en uso, haciendo que tu casa se sienta personalizada.
Opta por lo pequeño
Incorporar tu personalidad a la decoración del hogar no tiene por qué causarte pánico. Si no sientes comodidad pintando las paredes de tus colores favoritos o dejándote llevar por tu gusto peculiar en muebles vintage, elige por lo más neutro con los elementos grandes y usa acentos y detalles para darle un toque personal. Puede ser una pared de acento de tu color favorito, una pared de exhibición con arte u otros objetos que te den alegría, o simplemente colocar objetos pequeños que reflejen tu gusto y aporten un toque de estilo. También puedes ir aumentando la cantidad de detalles con el tiempo, avanzando al ritmo que te resulte cómodo.
Usa tu historia
Todos somos la suma de nuestras experiencias. Cada viaje, cada relación, cada trabajo y cada aventura nos moldea como personas. Tenlo en cuenta al diseñar la apariencia de tu hogar. Recuerdos, fotos de tus amigos y experiencias compartidas, y otros detalles de tu pasado pueden integrarse en el diseño general de tu casa para darle a cada habitación un toque personal.
Cosas así aportarán una sensación de historia y continuidad a la decoración, que se centrará en ti y en tu viaje, aunque no tenga sentido en el diseño.
Sutil, no literal
Es natural recurrir a temas y tradiciones de diseño consolidadas como punto de partida al diseñar tu hogar. Quizás te guste la temática náutica o te guste el estilo cottagecore. Pero si te dejas llevar por lo literal con este tipo de temas, no conseguirás que el lugar refleje tu personalidad, a menos que tu personalidad sea, de hecho, náutica por naturaleza.
En lugar de adornar tu espacio con elementos visuales literales —timones de barco, tapiz de veleros, conchas por todas partes—, reduce el estilo a algo más sutil. Si te gusta el estilo náutico, usa una paleta de colores inspirada en ese enfoque y añade solo los toques literales que desees. Un color sutil te permite calibrar el tema a tu gusto en lugar de ahogar tu personalidad en un estilo prefabricado.
Y no tengas miedo de desviarte. Que encuentres una paleta de colores para tus sueños cottagecore no significa que no puedas desviarte de ella o ajustar los detalles. Elegir un color que te guste, incluso si no se consideras oficialmente correcto para el tema en el que trabajas, es clave para que todo se sienta tuyo.
Con información de Life Hacker