Escarcha en los alimentos congelados: por qué se forma y cómo evitarlo
La congelación es uno de los métodos más efectivos para conservar los alimentos y prolongar su vida útil. Sin embargo, no es raro que al sacar un producto del congelador, nos encontremos con una capa de escarcha o cristales de hielo que, aunque no siempre significan que el alimento esté en mal estado, sí afectan su calidad, textura y sabor.
¿Qué es la escarcha en los alimentos y por qué se forma?
La escarcha en los alimentos congelados, a menudo conocida como "quemadura por congelación", es el resultado de la deshidratación del alimento. Se produce cuando las moléculas de agua de la superficie del alimento se evaporan y se subliman (pasan de estado sólido a gaseoso sin pasar por líquido), y luego se recongelan en la superficie o en el interior del empaque en forma de cristales de hielo.
Este fenómeno ocurre principalmente por dos razones:
Exposición al aire: Cuando los alimentos no están correctamente sellados, el aire frío y seco del congelador entra en contacto con la superficie del alimento. El aire actúa como un "ladrón" de humedad, extrayendo el agua del producto. Esta humedad, al estar en un ambiente tan frío, se congela inmediatamente, formando la escarcha.
Fluctuaciones de temperatura: Si la temperatura del congelador sube y baja constantemente (por ejemplo, al abrir la puerta con frecuencia, colocar alimentos calientes o por un corte de energía), los cristales de hielo en el alimento se derriten parcialmente y luego se recongelan en cristales más grandes, lo que acelera el proceso de deshidratación y la formación de escarcha.
Efectos de la escarcha en la calidad de los alimentos
Aunque consumir un alimento con escarcha no suele ser un riesgo para la salud, la "quemadura por congelación" sí tiene consecuencias negativas en sus propiedades:
Pérdida de textura: Los cristales de hielo rompen las paredes celulares del alimento, especialmente en frutas y verduras, lo que hace que al descongelarlos adquieran una consistencia blanda y aguada.
Pérdida de sabor y nutrientes: Al perder su humedad, el alimento se reseca, afectando su sabor y haciendo que sea menos apetecible. Además, la pérdida de agua también puede arrastrar consigo nutrientes solubles.
Aspecto desagradable: La superficie del alimento se vuelve grisácea o de un color opaco, lo cual es especialmente visible en carnes y pescados.
Cómo evitar la escarcha y mantener la calidad de tus alimentos
Prevenir la escarcha es clave para conservar la calidad de los alimentos. Aquí algunas de las mejores estrategias:
Utiliza envases herméticos: Guarda los alimentos en recipientes de plástico o vidrio aptos para congelador, o en bolsas con cierre hermético. Es crucial que el envase sea lo más hermético posible para evitar que el aire entre en contacto con el alimento.
Saca el aire del envase: Antes de sellar cualquier bolsa o recipiente, presiona suavemente para eliminar la mayor cantidad de aire posible. El sellado al vacío es la mejor opción para esto.
Envuélvelo bien: Para alimentos con formas irregulares como carnes o pescados, envuélvelos primero con film transparente, papel de aluminio o papel de congelar antes de colocarlos en un recipiente. Esto ayuda a crear una barrera adicional.
Congela en porciones: Congela los alimentos en porciones que vayas a utilizar para evitar tener que descongelar y volver a congelar. Un alimento descongelado no debe volver a congelarse, a menos que se haya cocinado a una temperatura alta.
No satures el congelador: Aunque un congelador lleno mantiene mejor la temperatura, si está sobrecargado el aire no circula correctamente, lo que puede provocar un aumento de temperatura y la formación de escarcha.
Deja enfriar los alimentos antes de congelarlos: Introducir alimentos calientes en el congelador aumenta la humedad del ambiente y eleva la temperatura, lo que puede causar la formación de cristales de hielo.
No abras la puerta con frecuencia: Cada vez que abres la puerta del congelador, entra aire húmedo y caliente que al enfriarse se convierte en escarcha. Intenta ser rápido y organizado al buscar lo que necesitas.
Verifica la temperatura de tu congelador: Asegúrate de que tu congelador esté a la temperatura ideal de -18°C. Una temperatura más alta puede provocar la formación de escarcha.
Revisa los sellos de la puerta: Con el tiempo, los sellos de goma de la puerta pueden deteriorarse. Si notas que están agrietados o rotos, puede ser la causa de la entrada de aire. Límpialos regularmente y, si es necesario, reemplázalos.
Siguiendo estos sencillos consejos, podrás disfrutar de tus alimentos congelados en óptimas condiciones, sin escarcha y manteniendo su sabor, textura y nutrientes por más tiempo.

