Cinco preguntas que deben hacerse para fortalecer la relación

Muchos aspectos de nuestra salud física requieren un mantenimiento regular: nuestros dientes necesitan limpiezas, nuestros músculos necesitan ejercicios regulares, etc. El estado de nuestra salud emocional, especialmente nuestra relación principal, no es una excepción. Aquí entra en juego la “auditoría”, un registro para evaluar las fortalezas, debilidades y áreas de mejora de tu relación. Básicamente, un informe de progreso sobre la situación actual de tu relación. Eso sí, esto no es solo para nuevas parejas; las personas que han estado casadas durante 30 años pueden beneficiarse de estas conversaciones tanto como las personas que empiezan a salir.

“La idea de una auditoría de la relación es realmente importante porque a veces evitamos tratar los problemas y esperamos que desaparezcan”, comparte Patrice Le Goy, psicóloga y terapeuta matrimonial y familiar. Y, como sabemos, los problemas no suelen desaparecer mágicamente.

Estas “auditorías” no tienen por qué ser demasiado complicadas. Todo lo que tienes que hacer es programar un tiempo para ustedes, para que hablen sobre lo que funciona y lo que no en su relación. Si la comunicación no es su punto fuerte, estas conversaciones deberían volverse más fáciles (y menos incómodas) cuanto más las tengas. “Si no abordas los problemas en una relación, algunos de estos problemas pueden acumularse”, dice Susan Albers, psiquiatra y psicóloga de la Clínica Cleveland.

Cómo aliviar la tensión durante una “auditoria de relación”

Los expertos explican cómo hacerlo menos incómodo y comparten consejos para garantizar que estas reuniones fortalezcan tu conexión con tu pareja.

Cómo comenzar una auditoría de relación

Primero, tanto tú como tu pareja deben estar relajados o, al menos, no apresurados. Como dice Albers, “el tiempo lo es todo”.

Deberás elegir un momento que se adapte a los horarios de ambos. Lo ideal es que elijas un momento que no esté seguido de un evento estresante. Si estás realmente tenso por una reunión de trabajo en media hora, es posible que tengas menos probabilidades de tener una conversación tranquila y productiva con tu pareja.

Tu primer pensamiento puede ser sentarte frente a frente y empezar a charlar, pero es mejor evitar esta posición. “Haz algo en que estén uno al lado del otro porque mirar a alguien de frente puede parecer una confrontación”, sugiere Le Goy. Por ejemplo, dar una caminata por el parque o comer uno junto al otro miesntras conversan al respecto.

No necesariamente necesitas hacer ningún trabajo de preparación antes de la reunión. Pero si te cuesta mantenerte concentrado durante conversaciones importantes, puede ser útil anotar lo que quieres discutir de antemano. Esto no significa que debas escribir entradas detalladas en tu diario que leerás en voz alta a tu pareja; una lista rápida de temas que quieres tratar durante la reunión será suficiente.

¿De qué deberías hablar?

Siempre es bueno escuchar buenas noticias, por lo que puede ser útil comenzar diciéndole a tu pareja lo que te encanta de la relación (y pedirle que haga lo mismo). Nadie gana cuando una conversación comienza con un tono defensivo.

Pero no debes evitar las áreas que crees que necesitan algo de trabajo, y no te estás haciendo ningún favor si te saltas los temas difíciles. “Los dos temas más difíciles de hablar para las parejas son las finanzas y el sexo”, señala Albers. “Puede que sientas que debes evitarlos, pero deberían estar en algún lugar de la lista [de temas de discusión] durante el check-in”.

Preguntas generales para comenzar

  • ¿Cuándo trabajamos bien como equipo? Piensa en las áreas en las que tú y tu pareja sobresalen (tal vez eres un profesional en la organización de eventos o en la gestión de presupuestos) y piensa en formas de implementar ese trabajo en equipo en las áreas de tu relación que no van bien.

  • ¿Nos estamos comunicando bien? Las fallas en la comunicación pueden causar todo tipo de problemas en una relación, por lo que es importante asegurarse de que tanto tú como tu pareja se sientan escuchados. Piensa si el estilo de comunicación que tú y tu pareja usan funciona para ti (y pídele a tu pareja que haga lo mismo).

  • ¿Qué preocupaciones tienes sobre nuestra relación? Puede ser difícil pero necesitas abordar cualquier problema. Tal vez te preocupe que tu relación esté avanzando demasiado rápido (o demasiado lento) o que tu pareja no esté tomando en serio tus necesidades. Cualquiera sea el problema, este es el momento exacto para plantearlo.

  • ¿Cuál es el siguiente paso para nosotros? Una “auditoría de la relación” es un buen momento para asegurarte de que tú y tu pareja están en la misma página. Piensa en lo que esperas a continuación, como irte a vivir juntos, tener un bebé, etc., y pregúntale a tu pareja si ha pensado en este hito.

  • ¿Qué necesita cambiar? Una vez que hayan discutido los pros y los contras, piensen en formas prácticas de abordar las áreas problemáticas. Tú y tu pareja deben terminar la conversación con una comprensión de cómo se siente la relación.

¿Con qué frecuencia debo hacer esto?

En términos de frecuencia, algunas parejas pueden beneficiarse de tener una “auditoría de la relación” una vez a la semana, mientras que otras pueden arreglárselas con una vez al trimestre. Si tú y tu pareja están muy ocupados, es posible que deban hablar con más frecuencia que las parejas que se sientan a cenar juntas todas las noches. Esto se debe a que las parejas que tienen el lujo de pasar más tiempo juntas pueden comunicarse con más frecuencia, por lo que puede haber menos que cubrir durante una auditoría.

Estas conversaciones pueden resultar realmente incómodas al principio, dice Albers. “Sin embargo, al final, “estas preguntas que están [discutiendo] profundizan la intimidad”.

Con información de Well and Good

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