4 señales de tu cuerpo que indican que es momento de tomar un descanso

Si la alarma de sismo sonara frenéticamente, entrarías en acción. Si la alarma de tu coche empezara a sonar con fuerza, investigarías. Y si se emitiera una alerta de incendio en un lugar público, casi seguro que buscarías refugio.

Sin embargo, los expertos coinciden en que no somos tan rápidos como para reaccionar a las alarmas que suenan en nuestro cuerpo, haciéndonos saber que necesitamos bajar el ritmo. "El problema es que nos condicionamos desde el principio a dejar de escuchar a nuestro cuerpo", afirma Jennifer King, profesora de ciencias sociales aplicadas y subdirectora del Centro de Trauma y Adversidad de la Universidad Case Western Reserve en Cleveland. Esto significa que podríamos pasar por alto señales importantes que se manifiestan cuando lidiamos con un estrés prolongado, repetitivo o impredecible, el tipo de estrés que nos afecta a muchos.

1. Notarás cambios emocionales

Si no te has tomado un descanso —y lo necesitas—, podrías notar que te sientes más deprimido de lo habitual y que experimentas mayor ansiedad. "Tu estado de ánimo puede verse afectado", afirma la doctora Gerda Maissel. Tus pensamientos podrían empezar a dar vueltas o a dar vueltas sin parar. Y probablemente sientas que no puedes recordar cosas o que no encuentras el nombre de algo, añade.

Mientras tanto, el estrés puede impedirte disfrutar de actividades que antes disfrutabas. Considéralo una señal de que algo no va bien. Las personas que necesitan un descanso desesperadamente a veces también pierden la capacidad de realizar actividades básicas de autocuidado, como hacer ejercicio y comer bien, dice Maissel.

También podrías sentirte abrumado por una sensación de agobio. Maissel ha notado que las personas con estrés crónico a menudo son incapaces de afrontar bien los problemas, grandes y pequeños.

2. Tus relaciones se tensarán

¿Has notado que experimentas un nuevo estrés en tus relaciones con varias personas? "Quizás notes que te sientes un poco más irritable o de mal humor", dice King. "Si notas que quieres aislarte un poco más y mantenerte solo, si es algo que no hacías antes, puede deberse al estrés". Si un amigo o familiar te pregunta sobre tu estado de ánimo, intenta no ponerte a la defensiva ni restarle importancia. A menudo, otras personas son las primeras en notar las señales de advertencia.

3. Podrías resfriarte

El estrés puede afectar todos los sistemas del cuerpo, dice la terapeuta Ashley Fields, especializada en problemas de la mujer y salud mental perinatal. Las investigaciones sugieren que puede debilitar el sistema inmunitario, por ejemplo, provocando que te enfermes con más frecuencia. Después de un periodo de estrés, esta situación es muy común. "Es casi como si el cuerpo finalmente dejara de funcionar en alerta máxima con clases, trabajo o prácticas, y necesitara sanar".

4. Tu estómago y tu sueño se verán afectados

También podrías experimentar dificultades digestivas, como malestar estomacal, estreñimiento o indigestión, así como cambios en el apetito que te hagan subir o bajar de peso. El estrés a menudo causa tensión muscular, dice Fields, lo que provoca dolores de cabeza, dolor de mandíbula, dolor de espalda y hombros. No siempre nos damos cuenta de cuánta tensión tenemos en el cuerpo hasta que nos proponemos observar intencionalmente qué sentimos y dónde, añade. Tu sueño también podría verse afectado. ¿Te sientes más cansado de lo habitual? O tal vez duermes bien, pero estás agotado al levantarte de la cama. Ambos son indicios bastante probables de que necesitas dedicar más tiempo al descanso y la relajación, señala Fields.

Efectos a largo plazo de no tomar un descanso

Cuando desarrollamos una "visión de túnel" y orientamos nuestras vidas en torno a nuestras obligaciones diarias, nuestro cuerpo empieza a "rogarnos, a menudo para bajar el ritmo", afirma el doctor Christopher Thompson. Ignorar esas súplicas conduce a "muchos de nuestros problemas de salud modernos".

Las investigaciones sugieren, por ejemplo, que el estrés crónico se asocia con hipertensión arterial, enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y artritis. Otro posible efecto es el aumento de peso. También puede degradar el tejido muscular, lo que reduce el metabolismo. "Es lógico que los niveles crónicamente elevados de cortisol estén causando muchos problemas, como obesidad, aumento de peso, hipertensión, resistencia a la insulina y diabetes", afirma Thompson. "El problema es cuánto tardamos en reconocer que estamos en ese período de estrés".

Un descanso no tiene por qué ser unas vacaciones. Fields aconseja revisarte todos los días para ver cómo te sientes y qué necesitas. Treinta segundos serán suficientes; lo importante es que forme parte de tu rutina. "Es un pulso de cómo te sientes", dice, y recopilarás información que puede ayudarte a hacer cambios significativos en tu estilo de vida.

Si notas que tu cuerpo te está presionando para que tomes un descanso, no dejes que la idea te genere aún más estrés. No es necesario que te tomes una semana libre del trabajo ni que solicites un año sabático. Contar tan solo unos minutos de descanso durante el día puede marcar la diferencia, dice Fields: Apaga el teléfono durante 5 minutos, dibuja en un libro para colorear para adultos o llama a alguien que quieras. Una gran idea es hacer un ejercicio rápido de respiración intencional: inhala de tres a cinco segundos y luego exhala durante el mismo número.

A Maissel le gusta tomarse breves descansos a lo largo del día, generalmente centrados en el movimiento: Su objetivo es subir 20 pisos de escaleras a diario. Por ejemplo, podría alejarse de la computadora para subir a regar una planta, lo que le ayuda a controlar el estrés.

"En lugar de ahorrar para esta gran dosis de calma y relajación, piensa en cómo puedes espaciar estratégica e intencionadamente los descansos a lo largo del día", dice King.

Hagas lo que hagas, dice, debe ser algo que te resulte placentero o divertido. Tomarse un breve respiro "permite al cuerpo metabolizar parte de lo que has estado ingiriendo", explica King. "Nos tranquilizamos, nos energizamos o nos ofrecemos lo que necesitemos para volver a la normalidad y sentirnos preparados para lo que venga".

Con información de Time

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