Tu mascota y el cerebro, ¿pueden los animales proteger nuestra mente del envejecimiento?
La conexión entre humanos y animales es profunda y multifacética, ofreciendo consuelo, alegría y compañía. Pero, ¿podría esta relación ir más allá, influyendo en la salud de nuestro cerebro a medida que envejecemos? Un estudio publicado en Scientific Reports sugiere que sí, las mascotas, especialmente perros y gatos, podrían desempeñar un papel en la desaceleración del deterioro cognitivo en adultos mayores.
La conexión cognitiva: perros, gatos y la agudeza mental
Investigadores como Adriana Rostekova y su equipo analizaron 18 años de datos de miles de individuos mayores de 50 años en Europa, buscando patrones entre la posesión de mascotas y el rendimiento cognitivo. El hallazgo principal es fascinante: los propietarios de perros o gatos mostraron una tasa más lenta de deterioro cognitivo en comparación con aquellos que no tenían mascotas. Esta protección se observó específicamente en áreas clave como la función ejecutiva (planificación, resolución de problemas) y la memoria episódica (recuerdo de eventos).
Curiosamente, el estudio no encontró los mismos efectos protectores en dueños de aves o peces. Esto sugiere que los beneficios cognitivos de los perros y gatos podrían derivarse de la naturaleza particular de su interacción:
Conexiones emocionales enriquecedoras: El vínculo afectivo que se establece con perros y gatos es a menudo más intenso y recíproco.
Mayor actividad física: Especialmente con los perros, el simple hecho de sacarlos a pasear implica un aumento significativo de la actividad física.
Rutinas diarias y estimulación: Cuidar de ellos implica rutinas, interacciones y, en el caso de los perros, a menudo más comunicación verbal, lo que puede ofrecer una estimulación cognitiva constante.
Si bien las aves y los peces pueden ser relajantes o sociables, el nivel de actividad física y reciprocidad emocional suele ser menor, lo que podría traducirse en una menor estimulación cerebral para sus dueños.
Correlación, no causalidad
Es fundamental subrayar que este estudio establece una correlación, no una causalidad directa. Esto significa que, si bien la tenencia de perros y gatos se asocia con mejores resultados cognitivos, no prueba de manera definitiva que las mascotas sean la única causa de esta desaceleración del deterioro. Hay otras explicaciones posibles:
Estilos de vida más saludables: Es posible que las personas que ya son más activas y saludables sean más propensas a adoptar mascotas.
Barreras para la tenencia de mascotas: Aquellos que ya están experimentando un deterioro cognitivo temprano o problemas de salud podrían encontrar las demandas de tener una mascota demasiado grandes, optando por no tenerlas.
La relación entre humanos y animales es inherentemente compleja e individualizada, influenciada por factores como la personalidad del dueño, su estado de salud y el contexto cultural. Por lo tanto, tener una mascota no debe verse como una solución única para la salud, sino como un elemento que puede complementar un enfoque holístico del bienestar.
Este tipo de investigaciones abren la puerta a futuras exploraciones sobre cómo la interacción con animales podría integrarse en estrategias no farmacológicas para promover un envejecimiento cognitivo saludable. Mientras tanto, si ya compartes tu vida con un perro o un gato, puedes celebrar que su compañía podría estar haciendo más por ti de lo que imaginas.
Con información de Psychology Today