Vacunación, desparacitación y visitas al veterinario, los tres pilares para la salud de tu gato
En México, millones de hogares disfrutan de la compañía de un gato. Estos felinos, a pesar de su reputación de ser independientes y misteriosos, requieren cuidados específicos para mantenerse sanos y ágiles a lo largo de sus vidas. Especialistas en medicina veterinaria hacen un llamado urgente a los dueños para fortalecer tres pilares fundamentales en el cuidado felino: vacunación, desparasitación y visitas periódicas al veterinario.
Desparasitación: un escudo contra amenazas invisibles
Un error común es creer que los gatos que viven en interiores están a salvo de los parásitos. La realidad es que estos peligros pueden estar más cerca de lo que imaginamos, incluso dentro de casa. Pulgas, garrapatas y parásitos internos no solo causan incomodidad, sino que pueden transmitir enfermedades graves a los gatos y, en algunos casos, a los humanos.
Como explica la veterinaria Emilia Tobías, gerente en Boehringer Ingelheim México, la desparasitación periódica es crucial. "Los parásitos no son solo un problema de comezón; pueden causar anemias, dañar órganos internos y, en casos extremos, comprometer la vida de nuestro gato". Un simple gesto, como administrar un antiparasitario cada tres meses, puede marcar una gran diferencia. Hoy en día, existen soluciones tópicas de fácil aplicación que son muy amigables con tu mascota.
Vacunación: la defensa frente a enfermedades graves
Las vacunas actúan como un escudo de defensa que protege a nuestros gatos de enfermedades mortales como la rabia, la leucemia felina o el temible trío felino (rinotraqueítis, calicivirus y panleucopenia). Estas son condiciones silenciosas que pueden pasar desapercibidas hasta que ya es demasiado tarde.
La doctora Tobías señala que, en hogares con varios gatos, es común que un nuevo individuo, aparentemente sano, disemine enfermedades si los otros gatos no están correctamente vacunados. Por ello, la vacunación, especialmente cuando hay contacto con otros felinos, es una medida preventiva esencial para evitar la propagación de virus.
La prevención es la clave para detectar enemigos silenciosos
No todos los problemas de salud en los gatos son causados por parásitos o virus. Existen enemigos más silenciosos, como la diabetes o la enfermedad renal crónica, que avanzan sin hacer ruido. Los gatos son maestros en ocultar el dolor, un instinto de supervivencia que dificulta a los dueños detectar señales tempranas.
Por esta razón, las visitas regulares al veterinario se vuelven cruciales. Un cambio en el comportamiento de un gato —como dejar de saltar, beber más agua de lo normal o perder peso sin razón aparente— puede ser una señal de que algo anda mal. La experta de Boehringer Ingelheim aconseja que los gatos tengan al menos un chequeo anual durante sus primeros años de vida y, a partir de los siete años, se realicen revisiones cada seis meses para detectar enfermedades crónicas a tiempo.
Cuidar de nuestros felinos es un acto de amor que se refleja en pequeñas acciones. Programar una cita veterinaria, mantener sus vacunas al día o simplemente observar con atención su comportamiento puede marcar la diferencia entre una vida llena de bienestar o una mala calidad de vida.