Mi perro no come, ¿capricho o problema de salud?

Es una escena familiar para muchos responsables de perritos: el plato lleno, la mirada esquiva de nuestra mascota. A veces, lograr que tu perro coma su alimento completo y balanceado se convierte en un desafío. Pero, ¿cuál es la diferencia entre un canino quisquilloso y uno que simplemente ha dejado de comer? Si te has preguntado "¿Por qué mi perro no come?", aquí podrás identificar la raíz del problema y saber cuándo buscar ayuda.

¿Cuándo preocuparse? La importancia de la consulta veterinaria

Lo primero es lo primero: si tu perro deja de comer de forma repentina, la consulta con tu veterinario es indispensable. Aunque existen razones inofensivas y temporales para la falta de apetito, es crucial descartar enfermedades o problemas de salud subyacentes. Un chequeo a tiempo puede marcar la diferencia.

Razones comunes detrás de la falta de apetito canino

Para entender por qué tu perro no come, es vital considerar tanto factores ambientales y alimenticios recientes como posibles problemas médicos.

Algunos perros son como niños pequeños: solo quieren lo que les gusta. Si tu canino es quisquilloso con la comida, quizás sea porque introdujiste algo nuevo o simplemente decidió que su alimento seco ya no es de su agrado. Si bien no debes forzarlo, tampoco lo malcríes. Ofrecerle un "menú" de opciones solo reforzará sus hábitos selectivos.

Algunas razones por las que ya no quiera tocar su comida, son:

  • Cambio de dieta. ¿Cambiaste de alimento húmedo a seco, o introdujiste una marca nueva? Es posible que a tu mascota simplemente no le agrade el cambio. Intenta mezclar la comida vieja con la nueva, disminuyendo gradualmente la cantidad del alimento anterior durante 7 a 10 días. Si es un perro nuevo en casa, asegúrate de ofrecerle el mismo tipo, sabor y marca de alimento al que estaba acostumbrado.

  • Cambio de clima. Cuando el termómetro sube, es común que los perros coman menos y beban más agua. Su apetito debería normalizarse una vez que las temperaturas bajen.

  • Exceso de premios y “snacks”. Si tu perro está comiendo mucho entre comidas, ya sea por premios excesivos o porque "rebusca" en la basura, es normal que no tenga hambre a la hora de su plato. Los bocadillos deben ser solo el 10% de sus calorías diarias. Intenta alimentarlo a la misma hora todos los días y evita darle restos de tu comida para establecer un horario y reforzar sus preferencias.

  • Edad y raza: Cachorros adolescentes y razas grandes pueden ser caprichosos. Perros de edad avanzada pueden perder interés o incluso tener dificultad para comer por artritis o debilidad muscular.

  • Dolor de la dentición: Los cachorros pueden saltarse comidas, especialmente si es alimento seco, debido al malestar.

  • Suplementos alimenticios: Algunos perros son sensibles a los suplementos añadidos a su comida.

Problemas de salud que afectan el apetito

Algunas condiciones médicas pueden ser la causa directa de la inapetencia de tu mascota:

  • Enfermedades dentales: Fracturas o infecciones en las encías hacen que comer sea doloroso. Si sospechas de problemas dentales, consulta al veterinario.

  • Infecciones de oído: El dolor y la inflamación pueden dificultar la masticación, haciendo que los alimentos duros sean menos atractivos. Busca síntomas como rascarse las orejas, secreciones o mal olor.

  • Efectos secundarios de medicamentos: Algunos fármacos pueden causar náuseas o pérdida de apetito. Habla con tu veterinario si tu perro deja de comer mientras toma un nuevo medicamento. Podría haber alternativas o la opción de administrarlo con comida.

Estrategias para animar a tu perro a comer

Si has descartado problemas de salud graves, aquí hay algunas sugerencias para ayudar a tu perro a recuperar el apetito:

  • No lo fuerces: Un perro puede estar sin comer por más de 24 horas sin repercusiones graves, pero siempre es una señal para consultar al veterinario. Además, a veces el problema puede ser el alimento en sí (descompuesto o contaminado), y tu perro lo detecta.

  • Cambia el entorno: Prueba a alimentarlo en un lugar más tranquilo, libre de distracciones.

  • Higiene del tazón: Límpialo con mayor frecuencia.

  • Comederos interactivos: Utiliza herramientas de enriquecimiento alimentario para hacer las comidas más divertidas y estimulantes.

Recuerda, tu veterinario es el mejor aliado para obtener consejos personalizados sobre la alimentación y salud de tu perro.

Con información de Purina

Anterior
Anterior

El poder transformador del yoga para el bienestar holístico

Siguiente
Siguiente

Conoce el significado espiritual y energético del verano