Lubricante íntimo, tu llave a un placer sexual sin límites (y sin fricciones)
Priorizar tu salud sexual implica también disfrutar de encuentros íntimos cómodos, seguros y placenteros. El lubricante íntimo se presenta como una herramienta fundamental para lograrlo, ofreciendo beneficios que van más allá de la simple lubricación.
Utilizar lubricante no significa que algo esté mal. Al contrario, es una práctica proactiva para optimizar la experiencia sexual, haciendo que el contacto sea más natural, suave y disfrutable desde el inicio, sin esperar a la aparición de sequedad o molestias.
Lizbeth Ortiz, psicóloga y educadora en sexualidad de M de Mujer, explica que el lubricante "facilita la penetración y potencia el placer", siendo un valioso aliado tanto en las relaciones de pareja como en la exploración del autoplacer o el uso de juguetes sexuales. Además, simplifica y hace más confortable la colocación de copas y discos menstruales.
Recomendaciones para el uso del lubricante
Estudios revelan que una parte significativa de la población femenina ha incorporado el lubricante en su vida sexual, destacando su uso durante el sexo y los juegos eróticos. Esta tendencia subraya su valor como un elemento que enriquece la intimidad.
El doctor Eduardo López Ceh, ginecólogo y asesor de salud sexual de M de Mujer, comparte recomendaciones clave para un uso efectivo del lubricante:
Prioriza los de base acuosa: Seguros para condones y juguetes, y respetuosos con tu piel.
Elige fórmulas con ingredientes beneficiosos: LUA by M de Mujer, con ácido láctico, ayuda a mantener el equilibrio del pH y la hidratación íntima.
Descubre nuevas sensaciones: Las texturas y efectos como calor o frío pueden añadir diversión y variedad.
Asegura una lubricación óptima con preservativos: Aplica lubricante también por fuera.
Integrar el lubricante en tu rutina íntima te brinda confianza, previene molestias, cuida la delicada piel y mucosas evitando irritaciones y microlesiones que podrían derivar en infecciones, y eleva el disfrute de cada encuentro.
La Organización Mundial de la Salud enfatiza el papel del lubricante en la prevención de la rotura o deslizamiento del condón y en el aumento del placer sexual. Su uso es especialmente importante en el sexo anal, dada la ausencia de lubricación natural. Es crucial recordar su uso en conjunto con métodos anticonceptivos de barrera para la prevención de ITS.
El doctor López Ceh recuerda que los beneficios del lubricante se extienden más allá del alivio de la sequedad vaginal. Puede ser un gran aliado contra la comezón y el ardor, e incluso contribuir a la prevención de infecciones urinarias recurrentes asociadas a la fricción.
Independientemente de tu experiencia, el lubricante se adapta a tus necesidades. Recuerda que usar lubricante es un acto de autocuidado y una forma inteligente de potenciar tu bienestar íntimo y disfrutar plenamente de tu sexualidad.