¿Por qué no se deben lavar los sartenes cuando están calientes?

Es un escenario que se repite en muchas cocinas: terminas de cocinar, retiras la comida y, en un esfuerzo por limpiar lo antes posible, llevas el sartén caliente bajo el chorro de agua fría. Aunque parezca una solución rápida, esta práctica, aparentemente inofensiva, puede tener consecuencias graves y acortar drásticamente la vida útil de tus sartenes.

El peligro del choque térmico

La razón principal por la que no debes lavar un sartén caliente es un fenómeno físico conocido como choque térmico. Los metales se dilatan (expanden) con el calor y se contraen con el frío. Cuando un sartén, que está a una temperatura muy alta, entra en contacto abruptamente con agua fría, sufre un cambio brusco de temperatura.

Esta contracción repentina y desigual del metal puede causar:

  • Deformación de la base: la base del sartén puede curvarse o "abombarse". Un sartén con la base deformada no se asienta de manera uniforme en la superficie de la estufa, lo que provoca una distribución irregular del calor y afecta la calidad de la cocción. En las estufas de vitrocerámica o eléctricas, este problema se nota aún más.

  • Grietas y desprendimiento del recubrimiento: en sartenes con recubrimiento antiadherente (como el teflón), el choque térmico puede causar grietas microscópicas en la superficie. Con el tiempo, estas grietas se agrandan, haciendo que el material antiadherente se desprenda y se pegue a la comida, perdiendo por completo su funcionalidad.

Materiales y su resistencia al choque térmico

Si bien el choque térmico afecta a la mayoría de los materiales, algunos son más vulnerables que otros:

  • Sartenes antiadherentes: son las más sensibles. El recubrimiento es delicado y se daña fácilmente.

  • Aluminio y acero vitrificado: por ser materiales relativamente blandos, se deforman con mayor facilidad.

  • Sartenes de hierro fundido y acero al carbono: aunque son más gruesas y resistentes, no están exentas de sufrir daños. Un cambio brusco de temperatura puede provocar grietas y afectar su "curado" o sazonado, que es lo que les da su propiedad antiadherente natural.

Cómo limpiar un sartén correctamente

La clave es la paciencia. Para garantizar la durabilidad de tus sartenes y ollas, sigue estos sencillos pasos:

  • Espera a que se enfríe: El mejor consejo es dejar que el sartén se enfríe por completo a temperatura ambiente.

  • Usa agua tibia o caliente: Una vez que el sartén esté templado o frío, puedes lavarlo con agua tibia y un poco de jabón. Algunos expertos recomiendan incluso usar agua caliente, ya que ayuda a desprender la grasa y los restos de comida que se hayan pegado.

  • Para manchas difíciles: Si tienes restos de comida muy pegados, puedes llenarla con agua tibia y jabón y dejarla en remojo durante unos minutos. Si los residuos persisten, pon el sartén en la estufa con agua y jabón y caliéntalo a fuego bajo por unos segundos. Esto ayudará a aflojar los restos sin dañar la superficie.

Al evitar el choque térmico, no solo proteges tus sartenes, sino que también aseguras que tus utensilios de cocina se mantengan en óptimas condiciones por mucho más tiempo. Es un pequeño cambio de hábito que marca una gran diferencia.

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