¿Cómo cuidar la salud espiritual? 8 maneras de lograrlo
Dedicamos considerable atención a la salud física y mental, pero ¿qué ocurre con nuestra vida espiritual? La realidad es que mente, cuerpo y espíritu están intrínsecamente conectados, influyéndose mutuamente de manera significativa. La espiritualidad ofrece un soporte valioso para afrontar el dolor y navegar las dificultades de la vida.
El camino hacia el bienestar espiritual no es único ni predefinido; es una experiencia personal y diversa. "Algunas personas encuentran su espiritualidad en el seno de una religión organizada, pero esta no es la única vía", explica Carrie Wester, capellana del Banner Behavioral Health Hospital en Scottsdale, Arizona. "La espiritualidad es una sensación profunda de bienestar interior y de conexión con algo trascendente, ya sea un poder superior, la naturaleza, la música, el arte o la humanidad en su conjunto. Son los ideales y las creencias que cultivamos a lo largo de nuestra vida los que dan forma a nuestra espiritualidad única".
¿Cuáles son los beneficios de cultivar la salud espiritual?
Las ventajas de una vida espiritual activa son innumerables. "Puede generar un sentido de propósito y pertenencia, fomentar la calma y la conciencia plena, e infundir esperanza incluso en los momentos más difíciles", señala Wester. "Fundamentalmente, la espiritualidad puede ofrecer un rayo de esperanza cuando todo parece desolador. Muchas prácticas espirituales tienen el potencial de conducir a la paz interior".
Ocho maneras de nutrir tu salud espiritual
Mientras que algunos encuentran la espiritualidad en la religión, otros no. No existe una fórmula correcta o incorrecta para alcanzar el bienestar espiritual. Si no sabes por dónde empezar, aquí tienes algunas sugerencias para guiarte:
Reconecta con tu comunidad de fe: Los espacios de culto brindan un sentido de conexión y fortalecen los lazos comunitarios, especialmente importantes para quienes viven con problemas de salud mental. Busca personas u organizaciones que compartan tus creencias y revitaliza esa conexión, ya sea virtual, telefónica o presencial. Contacta a un líder espiritual y explora formas de interactuar con personas afines dentro de tu comunidad de fe para recibir apoyo y aliento.
Participa en el voluntariado o ayuda a otros: Si no tienes una comunidad de fe, no hay problema. Otra manera de sentir esa conexión con tu espiritualidad es involucrarte en una causa que te resuene. Puedes colaborar en un banco de alimentos, ser mentor o tutor, o brindar hogar temporal a un animal. Estas acciones pueden expandir tu círculo social, generar experiencias espirituales significativas y conectarte con personas que comparten tus valores. Ayudar a los demás también cultiva un sentido de propósito y gratitud.
Practica yoga: No necesitas tener experiencia para experimentar los beneficios espirituales del yoga. Es una disciplina accesible para todos los niveles. Además de fortalecer y flexibilizar el cuerpo, el yoga puede serenar la mente y elevar el espíritu, aliviando síntomas de estrés, depresión y ansiedad.
Medita: Similar al yoga, la meditación no requiere experiencia previa. Es una práctica sencilla de incorporar a la rutina diaria, incluso con poco tiempo. "Algunas personas imaginan que meditar implica sentarse en silencio absoluto, pero no es así", aclara Wester. "Puedes meditar caminando, prestando atención a la sensación de tus pies al tocar el suelo o a los detalles de tu entorno. Simplemente desacelerar el cuerpo puede ayudar a calmar la mente". Dedicar tan solo cinco minutos a la meditación puede reducir el estrés, la depresión y la ansiedad, y aumentar la atención plena.
Lleva un diario: El acto de escribir puede ayudarte a procesar tus emociones, aumentar tu autoconciencia y ofrecerte un espacio seguro para expresar tus sentimientos sin juicios. Anota tus preocupaciones y miedos, o comienza un diario de gratitud con indicaciones específicas.
Pasa tiempo en la naturaleza: Ya sea que vivas en la montaña, el desierto o cerca del mar, conectar con la naturaleza puede enriquecer tu salud espiritual. Es una oportunidad para desconectarte del teléfono, de la rutina diaria y de las preocupaciones. Incluso tomarte unos minutos para obser las aves, el movimiento de los árboles con el viento o el romper de las olas pueden ser terapéuticos.
Enfócate en tus pasatiempos: Dedica tiempo a actividades que disfrutes, ya sea tejer, colorear, cocinar, practicar deportes o hacer ejercicio. Concentrarte en lo que te apasiona puede devolverte un sentido de propósito y mantenerte presente en el momento, aunque sea por un instante.
Habla con alguien de confianza: Si te resulta difícil conectar con tu lado espiritual o estás lidiando con tu salud mental, busca el apoyo de un profesional capacitado o de alguien en quien confíes. "Pueden validar tus sentimientos en lugar de ignorarlos y guiarte de vuelta a tu camino espiritual".
Con información de Banner Health