¿Amor sano? Estas son las características de una relación de pareja sana
Las relaciones sanas no son iguales para todos. Todos tenemos necesidades diferentes. Tus necesidades específicas en torno a aspectos importantes de una relación pueden cambiar a lo largo de la vida. El éxito de una relación depende de las necesidades de quienes la conforman y del espacio que se les permite crecer.
Las relaciones que no se alinean con las relaciones más tradicionales pueden ser sanas. Por ejemplo, quienes practican el poliamor o la no monogamia ética pueden definir una relación sana de forma algo diferente a quienes practican la monogamia.
¿Cómo es una relación sana?
"Algo que las relaciones sanas comparten en gran medida es la adaptabilidad", dice la terapeuta Lindsey Antin. "Se adaptan a las circunstancias y al hecho de que siempre estamos cambiando y atravesando diferentes etapas de la vida".
Otras características de las relaciones sanas, son:
1. Comunicación abierta: Las parejas en relaciones sanas suelen sentirse cómodas tanto al afrontar conversaciones difíciles como al mantener conversaciones fáciles. Incluso si tu pareja tiene una opinión diferente, te escucha sin juzgar y comparte su perspectiva.
La comunicación es recíproca. Es importante que sientas que también expresará sus propias preocupaciones o pensamientos a medida que surjan.
2. Confianza: La confianza implica honestidad e integridad. No se guardan secretos. Cuando están separados, no te preocupa que persigan a otras personas. También significa que sientes seguridad y comodidad con esa persona y sabes que no te hará daño física ni emocionalmente. Sabes que se preocupa por tus intereses, pero también te respeta lo suficiente como para animarte a tomar tus propias decisiones.
3. Individualidad: Las relaciones sanas se describen mejor como interdependientes. La interdependencia significa que dependen el uno del otro para apoyarse mutuamente, pero aún así mantienen su identidad como individuos únicos.
En otras palabras, tu relación es equilibrada. Sabes que tienes su aprobación y amor, pero tu autoestima no depende de ellos. Aunque se apoyan mutuamente, no dependen el uno del otro para satisfacer todas sus necesidades.
4. Curiosidad: Mantener la curiosidad en tu relación significa que te interesan sus pensamientos, metas y vida diaria. Quieres verlos crecer y convertirse en su mejor versión. No te obsesionas con quién solía ser ni con quién crees que debería ser.
La curiosidad también significa que estás dispuesto a considerar o hablar sobre cambios en la estructura de tu relación si algunos aspectos de la actual se vuelven menos satisfactorios.
5. Tiempo separado: Reconocer la necesidad de espacio personal y tiempo para separarse de tu pareja es esencial para una relación sana. Este tiempo puede dedicarse a relajarse en solitario, a disfrutar de una afición o a pasar tiempo con amigos y familiares.
6. Diversión o desenfado: Cuando el estado de ánimo es propicio, es importante dedicar tiempo a la diversión y la espontaneidad. Si pueden bromear y reír juntos, es buena señal.
A veces, los desafíos o las dificultades de la vida pueden afectar a uno o a ambos. Esto puede cambiar temporalmente el tono de la relación y dificultar la conexión habitual. Pero poder compartir momentos más ligeros que ayuden a aliviar la tensión, aunque sea brevemente, fortalece la relación incluso en momentos difíciles.
7. Intimidad física: La intimidad a menudo se refiere al sexo, pero no siempre. Mientras ambos estén de acuerdo en satisfacer sus necesidades, la relación puede ser sana sin él.
La intimidad física puede implicar besos, abrazos, caricias y dormir juntos. Sea cual sea el tipo de intimidad que compartan, la conexión y el vínculo físico son importantes.
Es más probable que su relación física sea sana cuando:
Se sienten cómodos al iniciar y hablar de sexo
Pueden manejar el rechazo positivamente
Pueden hablar de sus deseos
Se sienten seguros al expresar su interés en más o menos sexo
Una intimidad sana también implica respetar los límites sexuales. Esto incluye:
No presionar a la pareja sobre sexo o actos sexuales específicos cuando dice que no
Compartir información sobre otras parejas
Hablar de los factores de riesgo sexual
8. Resolución de conflictos
Una relación sólida puede considerarse un equipo. Trabajan juntos y se apoyan mutuamente, incluso cuando no están de acuerdo en algo o tienen objetivos diferentes.
Incluso en una relación sana, tendrán desacuerdos ocasionales y se sentirán frustrados o enojados el uno con el otro de vez en cuando. Sin embargo, las parejas que abordan los conflictos sin juzgar ni desprecio a menudo pueden encontrar un acuerdo o una solución.
Si pueden hablar de sus diferencias con cortesía, honestidad y respeto, van por buen camino.
La clave para una relación sana reside en la comprensión profunda de las necesidades de cada individuo y en la creación de un diálogo abierto y honesto para satisfacerlas. Ya sea dentro de los límites de la monogamia o en la expansión de la no monogamia ética, el éxito florece donde la comunicación y el respeto son los pilares fundamentales.
Con información de Healthline.